sábado, 26 de mayo de 2007

EVITANDOTÓPICOS:canción favorita

Ta-na, ta-na, ta-na, ta-na... "¿no te suena Pau?" sonrió y terminó de darle el toque élfico a todo lo que la rodeaba, con aquellas ropas medievales, el pelo suelto, tarinya comenzó a cantar "Come up to meet you" si ciertamente nos encontramos no mucho antes de esta escena, así que la canción representa muchos momentos...mi ipod la reproduce y yo recuerdo "tell me your secrets and ask me your questions" y es que eso lleva una amistad ¿no? perpetuamente hablándolo todo, comentándolo porque "sólo tú vas a mirarme siempre igual" así que quien mejor para preguntarle las cosas..."Runing in circles, comin' up tails" porque no sabemos vivir sin salvar como nos describe esta canción ¿verdad? Cada parte de esa canción lleva a un momento, una carrera, gritos, cuentos, abrazos, confesiones…”you don´t know how lovely you are”… Siempre que hay un piano cerca se lo pido y ella, sin poner pegas, pone esos dedos ágiles y seguros manos a la obra… como en la propia canción el piano vuelve a empezar ta-na, ta-na, ta-na, ta-na… Melodía que se graba en mi cabeza… “Do not speak as loud as my heart” si a veces la llamo conciencia es porque nadie sabe decirme las cosas tan claras y comprenderme tanto a la primera…
Que sea mi canción con Elia es uno de los motivos por los que para mi es una de mis canciones
favoritas, una canción eterna… el otro motivo: la propia canción te lo pide “I´m going back to the Start”

EVITANDO TÓPICOS:Una canción a través de la música

Nota: pensad (o si lo tenéis mejor escuchadlo) en el Canon de Pachebel

Es un susurro de fondo, apenas se escucha, en un impulso repentino, te levantas, te llena esa necesidad, miras a todos los lados y sientes la magia, te empuja a caminar y salir a ver más allá, y te das cuenta que la punta de los dedos tamborilea en la mesa buscando el ritmo y la forma de expresarlo… Sales a la calle e infinidad de conversaciones parecen hablarte pero, en lugar de hacerlo, se entremezclan de manera incomprensible, formando a la vez una extraña conversación que te va llevando hacia ellas y tú las persigues, hipnotizada, has que de pronto te encuentras dando vueltas en medio de cualquier lugar, llevada por cada nota, arrastrada por la inercia de tus dedos a girar y girar sin parar, hasta que no puedes evitar reír sin parar hasta terminar cansada de tanta alegría y vuelves a caminar, reposada, fijándote en todo y a la vez cerrando los ojos viéndolo todo como te gustaría que fuera, y entonces notas de nuevo esa energía que comienza a emerger, esas mismas notas vuelven a meterse en tu piel y comienzan a arrastrarte, te vuelves prudente e intentas no dejarte llevar de nuevo… vas más pausada aunque contenerse resulta difícil, y entonces algo de melancolía se aferra a ti, mezclada con una extraña felicidad pues a tu oído no para de cantar un ronroneo leve que te repite que camines junto a él y te dejes llevar, una vez más, por esa melodía que ya parece apagarse pero que te regala su último aliento para dejarte, de nuevo, acostada en algún lugar, descansando de la mágica aventura vivida, a la cual ya estas deseando regresar.

viernes, 11 de mayo de 2007

REPORTAJE: la noche de los libros

TEJIENDO SUEÑOS EN MADRID

23 de abril de 2007, 16:00 horas. Hasta las 2 de la mañana todos los personajes de la literatura, desde el Cid hasta Lolita, se encuentran de fiesta. Es su día: la noche de los libros llega a Madrid por segundo año consecutivo.

Realmente no parecía tratarse del mismo lugar que el día anterior pues algo diferente había en el aire: la música fluía mientras uno se acercaba al centro… aunque esto no era lo más extraño: como si fueran parte de los propios árboles se encontraban libros suspendidos en el aire, puestos a disposición de cualquiera que quisiese leerlos. Y es que, aunque como dice Antonio Gamoneda, “la poesía no puede cambiar la realidad” la realidad si puede llevarnos a la poesía y hacer que nos logremos sumergir en el maravilloso mundo de la palabra escrita.

En un día como hoy, podemos viajar a principios de siglo, y perdernos en alguno de aquellos cafés donde se realizaban tertulias y encontrarnos a nuevos autores como son Martín Casariego, Espido Freire, Carmen Posadas o Manuel Hidalgo entre otros, debatiendo igual que debatieron en su tiempo Leopoldo Alas, Pío Baroja o Benito Pérez Galdós.

Pero la palabra está presente de muchas maneras y formas, para poder demostrar que no hay barreras, se unen a la fiesta de las letras los institutos culturales, dando lugar a lecturas, conversaciones, encuentros… todo para acercarnos un poco más a otras lenguas.

En mi día de sueños, camino a conseguir uno propio y me adentro en el subsuelo para observar como llevan al diván a los personajes, y descubro con asombro que “no escoges las historias ni los personajes, que ellos te escogen a ti” y pienso en todas las historias leídas, en todos los personajes que he conocido, sabiendo que, como bien dice Icíar Bollaín, “te conviertes en ellos” cada vez que dejas que te arrastren a ese “ámbito de libertad maravillosa” que es la novela.

Y sin que pueda ser de otra forma, en este día también te ayudan a meterte en la piel del personaje, para que puedas expresarle con todos sus matices, tres talleres distintos se plantean por la ciudad: uno de escritura poética, otro de técnicas narrativas y un tercero de cuento y lectura, todo para conseguir adentrarnos un poco más a la magia de la palabra.

Paseando nos damos cuenta de que los libros casi pueden bailar, en sus “casas adoptivas” pues hay champán y música suave, lo que consigue ensalzar más aún el momento de hallar el libro tan buscado.

Recorriendo la puerta del Sol, entre las inmensas marismas de libros que han salido a inundar las calles, la música vuelve a embriagar mis sentidos, nos dejamos arrastrar una vez más, y el grupo Al Berkowitz Band nos conduce con su sonido a la Plaza Mayor, donde el sol aún calienta mientras la gente, sentada en el suelo, lee o sencillamente, se queda escuchando.

Y en los sonidos de la ciudad, casi en un susurro podría oírse, como se lee “el quijote” en el Círculo de Bellas Artes, lugar donde se somete, un par de plantas más abajo, a una curiosa entrevista al recién galardonado premio Cervantes: Antonio Gamoneda responde a las preguntas que el público le va lanzando, curiosamente nos regala una enseñanza que también predica Rosa Montero avisándonos que un escritor maduro “escribe sobre lo que no sabe que sabe”.

La Fnac quiere culminar la celebración como si de un cumpleaños se tratase haciendo una fiesta de despedida, se suceden los conciertos, pues en el fondo las canciones son poesía cantada. Aunque ese no es el final: los templos en este día aún aguantan un poco más.

A las 2 de la mañana, las últimas bibliotecas apagan sus luces dejando a Madrid sumido profundamente en el mar de sueños que durante este día ha podido vivir, porque, como esta tarde nos enseñó Rosa Montero “las novelas son los sueños de la humanidad”.